Poco después del 11 de septiembre del 2001
destacó la embajadora norteamericana Anne Patterson la importancia de fuentes alternativas de petróleo en el contexto
de la "guerra contra el terrorismo". Ella le atribuyó a Colombia, uno de los primeros diez proveedores de USA y el
tercer mayor productor de Suramérica, mayor potencial como exportador para los Estados Unidos. Debido a los grupos
armados las grandes corporaciones tenían temores de intensificar la extracción de petróleo en el Putumayo, hasta que
en los años 90 llegaron los paramilitares y se activó el Plan Colombia. Con la eliminación del condicionamiento de
la ayuda militar a la lucha antidrogas mediante la administración Bush ahora desde el 2002 puede ser esta utilizada
directamente contra los grupos rebeldes ilegales e inmediatamente fué usada contra las FARC. Este grupo ha sido
hecho responsable de los ataques contra las actividades de extracción de petróleo de las corporaciones
multinacionales.
Por el momento son extraídos 600.000 barriles de petróleo diariamente. Pero este nivel de extracción aumentará dramáticamente después de los nuevos acuerdos entre las multis y el gobierno colombiano.
La lejana provincia de Orito, donde se encuentran cuatro
oleoductos, es el centro de la producción petrolera del Putumayo. Dos de los conductos transportan petróleo desde
campos cercanos de la compañía estatal Ecopetrol, de la compañía norteamericana Argosy Energy y de la filial
Petrominerales de la canadiense Petrobank. Un tercer oleoducto trae desde el amazonas ecuatoriano petróleo de
la americana Occidental Petroleum y de la canadiense EnCana, y el cuarto transporta todo el petróleo por encima
de los Andes hasta el puerto de Tumaco en la costa del Pacífico.
Además de una pequegna refinería, en Orito se encuentra
estacionada una base con 1200 soldados que tienen la tarea de proteger la infraestructura petrolera.
Al comenzar el Plan Colombia, el país recibió un préstamo del gobierno de Bush senior y del FMI que exigía como
condición la apertura de los mercados y la privatización de los recursos estatales. Desde entonces las compañías
privadas de petróleo pueden firmar acuerdos sobre campos petrolíferos sin tiempo límite y con impuestos al gobierno
de sólo un 8 %. En comparación, antes era obligatoria la cooperación con Ecopetrol, los tiempos de explotación
estaban limitados y los impuestos al gobierno eran de 20 %. Por otra parte, Colombia tiene muy poco dinero para
inversiones en la extracción de petróleo y por tanto tiene que comprar petróleo adicional para el consumo
nacional.
Un problema adicional serán las consecuencias sociales y ecológicas de la extracción petrolera. Los Cofanes de
la región amazónica de Ecuador cuentan sobre las consecuencias catastrofales allí de la extracción por la
ChevronTexaco. Los primeros animales en morir por la polución fueron los habitantes de los ríos, los cocodrilos y
los pájaros de brillantes colores que aparecieron flotando muertos boca arriba rodeados de manchas de petróleo.
Más tarde enfermaron los peces, y luego los propios Cofanes que usan el río para beber agua y bañarse. Entretanto
llegaron colonos provenientes del sur estimulados por un plan estatal para el desarrollo del amazonas, a través
de las nuevas carreteras construidas por la Texaco para transformar la selva en granjas y asentamientos de
campesinos. Poco a poco empezaron a desaparecer los animales, los guanajos, los monos, los roedores fueron
huyendo del ruido y las luces de la gente y las bombas de las fábricas. Los Cofanes los siguieron unánimemente
y se dividieron en 10 asentamientos alejados en la selva, los cuales constituyen sólo un fragmento de su
territorio original.
"Nosotros creíamos que podíamos escapar de la polución" decía Andrea Omenda, de 75 años, habitante
del asentamiento Dureno Cofan e hija de un chamán,"pero la polución nos persiguió".